«¡Divino Maestro! Tú… Mi mayor complacencia ha sido el imaginarme entregado todo a tu servicio y a la salvación de las almas; mis jardines han sido el imaginarme en mi Patria, viviendo pobremente y empleando mi herencia en socorrer a los pobres, predicando, dando ejercicios, catequizando… ser digno de tu altar y padre verdadero del pueblo que pongas en mis manos»
– Venerable Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida
Las obras Misioneras Guadalupanas Plancartinas responden a las necesidades espirituales, morales y materiales del pueblo de Dios más necesitado, siguen el mandato Evangélico “ID Y ENSEÑAD A TODAS LAS GENTES”. colaboramos en la obra evangelizadora de la Iglesia animando la vivencia de la fe a través de la educación, el cuidado de la salud y la catequesis
Santa María de Guadalupe madre de la civilización del amor; es para nosotros modelo de misionera, Ella nos anima a ser presencia de amor y de ternura en medio de las realidades que nos acontecen ¿No estoy yo aquí que soy tu madre?; a ejemplo de Ella anunciamos al verdadero Dios por quien se vive, su Hijo Jesucristo e invitamos a la fe y a la conversión.
“Mil años de vida no me bastarán para hacer el bien que deseo, pero ustedes sí bastarán porque no morirán,
sino que vivirán en sus sucesoras”
– Venerable Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida
En las obras Misioneras educativas, formamos el corazón de la niñez y juventud mediante la formación moral y religiosa; bajo la inspiración pedagógica del Venerable Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida. Privilegiamos la educación del corazón sin menospreciar la formación intelectual. En las comunidades en estado de vulnerabilidad y carencia de oportunidades ofrecemos una educación de calidad con igualdad y equidad.
En las obras misioneras de salud somos “PRESENCIA DE AMOR QUE SE TRADUCE EN SERVICIO”. Ofrecemos cuidado y atención a las personas que sufren por la enfermedad y las limitaciones físicas, mostrando el amor misericordioso de Dios como Santa María de Guadalupe, dando como Ella al verdadero Dios por quien se vive, que es amor, compasión, auxilio y defensa. Ofrecen servicios de salud accesibles a la poblaciones pobre y vulnerable
Como catequistas, trabajamos en territorio de misión Ad Gentes, en comunión con la diócesis y el párroco del lugar; establecemos actividades propias de evangelización y obras de promoción humana para extender el Reino de Dios, conforme a nuestro Carisma a ejemplo del Venerable Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida misionero incansable.
Uno de nuestros fines en la misión es preparar laicos, como agentes de pastoral, que puedan ayudar a la extensión del Reino de Dios y sean cooperadores eficaces en su iglesia local.
Anunciar al verdadero Dios por quien se vive como Santa María de Guadalupe, discípula misionera; que con su presencia evangelizadora y su ternura maternal ayuda a la conversión y a la vivencia de la fe
Valor y Confianza
El Venerable José Antonio Plancarte y Labastida es la inspiración de cada obra Misionera Guadalupana Plancartina. Este santo sacerdote dedicó su vida al servicio de Dios y de su pueblo, con una vocación misionera inquebrantable que lo llevó a entregarse por completo. Construyó, formó, predicó, confesó y catequizó, siempre con el objetivo de salvar almas y extender el Reino de Dios.
Su profunda sensibilidad ante las necesidades de los demás se reflejó no solo en su pasión por la educación de la niñez y juventud, sino también en su compasión como un verdadero buen samaritano, siempre dispuesto a acoger a quienes sufrían, buscando su alivio y bienestar con un amor y una caridad inigualables.
Encontré al enfermo tirado en una garra de petate, nadando en un lago de podredumbre estaba lazarino; ya se le habían caído los dedos de las manos y de los pies, no tenía nariz, ni tenía labios, un hedor insufrible, una plaga de moscas negras sobre él… tenía una piedra por cabecera; sobre otra que estaba allí, me senté; con mi pañuelo espantaba el mosquero para que no se me vinieran a mí, y lo confesé.” «
– Venerable Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida
El Venerable José Antonio Plancarte y Labastida es la inspiración de cada obra Misionera Guadalupana Plancartina. Este santo sacerdote dedicó su vida al servicio de Dios y de su pueblo, con una vocación misionera inquebrantable que lo llevó a entregarse por completo. Construyó, formó, predicó, confesó y catequizó, siempre con el objetivo de salvar almas y extender el Reino de Dios.
Su profunda sensibilidad ante las necesidades de los demás se reflejó no solo en su pasión por la educación de la niñez y juventud, sino también en su compasión como un verdadero buen samaritano, siempre dispuesto a acoger a quienes sufrían, buscando su alivio y bienestar con un amor y una caridad inigualables.
Encontré al enfermo tirado en una garra de petate, nadando en un lago de podredumbre estaba lazarino; ya se le habían caído los dedos de las manos y de los pies, no tenía nariz, ni tenía labios, un hedor insufrible, una plaga de moscas negras sobre él… tenía una piedra por cabecera; sobre otra que estaba allí, me senté; con mi pañuelo espantaba el mosquero para que no se me vinieran a mí, y lo confesé.” ”
– Venerable Siervo de Dios José Antonio Plancarte y Labastida